Ya sea que tengamos un pelo seco, grueso, fino, quebradizo, deshidratado o graso, o que necesitemos un tratamiento purificante, anti-caspa, para la caída o hidratante, siempre habrá un shampoo ideal para nosotras y nuestras circunstancias.

Por eso, es hora de que conozcas una de las últimas novedades: el shampoo sin sal o sin sulfatos.

¿Qué gusto tiene la sal?

Todos los shampoos contienen tensoactivos, que son unos agentes detergentes responsables de limpiar el cabello y que, en la mayoría de los casos, son acompañados de sal para logar una mejor consistencia del producto y para que su aplicación y enjuague sean fáciles y rápidos.

Ahora bien: la sal –o sulfato o cloruro de sodio- no le aporta ningún beneficio al cabello, sino todo lo contrario: muchas veces puede provocar exceso de frizz o resultar contraproducente para algunos tratamientos específicos, interfiriendo en sus resultados.

Do’s & don’ts

Entonces, ¿cuándo utilizar los shampoos libres de sal o sulfatos? Estos shampoos son ideales para tratamientos de alisado con keratina, ya que ayudan a prolongar su resultado mientras dotan al cabello de una docilidad extra, eliminando el frizz y dejándolo más suave.

Asimismo, son recomendables al hacernos el color, ya que ayudan a que la tinta dure más al tiempo que reducen la irritación del cuero cabelludo. Y por si fuera poco, son buenos para cabellos secos, ya que les aportan mayor hidratación.

¿Cuándo evitarlos? Básicamente, en cueros cabelludos y pelos grasos, así como para quienes buscan eliminar la caspa o la seborrea. Si quedan dudas, nada como consultar a tu estilista de confianza para que pueda darte un asesoramiento profesional acerca de la mejor opción para vos.

10 de Junio, 2016.
Ver nota completa en Editorial DRESS Otoño / Invierno 2016.